Te conocí un día de enero, con la luna en mi nariz y como ví que eras sincero en tus ojos me perdí, que torpe distracción y que dulce sensación.
Y ahora que andamos por el mundo como Eneas y Benitin, ya te encontre varios rasguños que te hicieron por ahí, pero mi loco amor es tu mejor doctor.
Voy a curarte el alma en duelo, voy a dejarte como nuevo y todo va a pasar, pronto verás el sol brillar... Tú más que nadie mereces ser feliz.
Y aunque parezcas despistado con ese caminar pausado conozco la razón que hace doler tu corazón, por eso quise hacerte esta canción...
No hay comentarios:
Publicar un comentario