Empezá por aceptar tu maldad, un poco de autocrítica no te vendría mal.
Me agarraste desatenta, es que anduve por ahí, desprolija porque sí. En el arte de fingir
me ganas, aunque yo me esmero mucho.
Si te presto mi confianza abusas, me devolviste el corazón pertrechado.
Algo pasa entre nosotros dos y no quiero entusiasmarme con palabras. Ya no hago
más que especular, mejor seria demostrártelo.
Se que a veces me comporto fatal, no prestes
atención a esos detalles.
Fue la suma de factores, el efecto dominó dado entre vos y yo, si me acerco te pones a temblar, eso
me confunde mucho...
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